Casa del Mendrugo, como el ave fénix

*Llamada antiguamente como la ‘Casa de la Calle de la Palma’, el inmueble ubicado en pleno Centro Histórico de la Ciudad de Puebla está lleno de historia y renacimientos constantes

Antonio Zamora

Puebla, Pue.- Simplemente fabuloso, ese es el único calificativo con el que se puede describir el Museo de la ‘Casa del Mendrugo’, con casi 5 siglos de existencia y que en la actualidad vive en esplendor.

Un inmueble histórico que data de los orígenes de la ciudad de Puebla, fundada como Los Ángeles de la Nueva España en el año de 1531, el cual sufrió graves daños por el abandono y hoy luce esplendoroso.

Desde que entras a la galería, la gigantesca Línea de Tiempo da la bienvenida a lo que se vuelve un breve, pero mágico recorrido, pues tras conocer la historia del antiguo inmueble, hogar de Juan de Ortega durante el siglo XVI, uno de los primeros pobladores de la ciudad.

En un inicio, la construcción era conocida como la ‘Casa de la Calle de la Palma’ hasta que su nombre fue modificado por el actual debido a que fue construida por los mendrugos que recogieron los jesuitas.

La Casa del Mendrugo fue edificada por los sacerdotes jesuitas con los mendrugos (limosnas) que recibía la orden de los feligreses de la ciudad y paso por varias etapas y dueño: formó parte del Colegio de San Jerónimo, propiedad de la Iglesia católica, hasta que paso a particulares.

La historia del ahora museo comienza en el 2010, cuando durante los trabajos de restauración de la casona, en el patio principal, lograron diversos hallazgos de importancia arqueológica que contribuyen de manera importante al entendimiento de la evolución de la ciudad de Puebla y la vida de sus habitantes.

Una de las anécdotas más llamativas que se pueden leer en la línea histórica es que varias personalidades se hospedaron en este sitio, entre los que resaltan el entonces emperador Agustín de Iturbide.

Se puede apreciar una serie de fotografías que sirven comparar las pésimas condiciones en las que estaba hasta hace unos años y la remodelación a la que fue sometida y entregada el año pasado lo que le permite dar servicio restaurantero.

Continuando con el recorrido, los restos de vestigios olmecas que encontraron en el inmueble durante las remodelaciones. ‘Chuchita’, como nombraron a la mujer representada con los fósiles recuperados, fue reencarnada en un busto simulando su rostro. En la planta baja de la casona está un esqueleto completo justo dónde fue localizada.

En la última parte del paseo se exhiben piezas prehispánicas localizadas y de talavera, resaltando un pequeño especiero el cual tiene un pez pintado a mano en el centro, el cual se volvió un símbolo importante para la Casa del Mendrugo, que incluso utiliza dicho pez como logo.

El museo está dentro de la casa en la 4 Sur Número 304, Centro Histórico. Disponible de martes a domingo de 10 de la mañana a 5 de la tarde con entrada libre. Además del museo, también tiene un restaurante con un menú muy mexicano, además de una lonchería para los que no tienen el tiempo de sentarse a degustar los platillos.

Para los visitantes casuales hay una tienda-galería en la que se exhiben diferentes piezas de cerámica, joyería y textiles, además de réplicas de los vestigios encontrados durante las remodelaciones.

Y para los más bohemios, el lugar cuenta con una oferta cultural muy llamativa, sobre todo con noches de jazz, presentaciones de libros o incluso muestras de danzas.

 

 

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